... y vos eras mi Beatle y nos dejábamos llevar por la música, ya no importaba nda, bailámos, nos reíamos, cómplices de una locura hermosa, quería que pararas, pero todo parecía encajar, quería decirte que estaba mal, pero realmente no se sentía asi... me mirabas a los ojos, nda te impidió jamás tenerme; y me tenías... te dejaba tenerme, me tenía entre tus brazos, bajo tus manos, pegado a mi, realmente siendo uno... realmente uno finalmente... tus manos, y mi cuerpo, y la música, y los demás, y el secreto, y la risa compartida, todo teñido por las luces de colores, en esa escalera, escuchándote, escuchándome más que nunca, contenida en tus manos, tus manos que se sentían cálidas y precisas, explorando y sabiendo que no había límites más que explorar... la música, las miradas... llegaba mi Yoko Ono... y solo queríamos seguir...
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